22 de diciembre de 2009

Mis mejores deseos para todos


  Tenía pensado hacer una entrada más original, pero mi conexión inalámbrica no me da para más, así que lo primero pediros perdón por ello. Tenemos la conexión más cara de Europa a Internet y el servicio es una... me controlare por ser Navidad. Quiero daros las gracias por seguirme en este blog, lleno de historias locas y a veces sin sentido. Quiero que los mejores deseos que se juntan en estas fechas, para uno religiosas y para otros de reunión con las familias, os lleguen a todos, los que soléis comentarme y los que anonimamente me leeís a pesar de no llevar un ritmo de publicación más o menos regular; perdonad por ello también.


  Quería dedicaros a vosotros, a mis amigos que me admitisteis en vuestras casas blogueras, a ti Polidori, John W., por estar desde el principio en esta aventura que es crear un blog y llenarlo de mis aventuras; Fher, tu que llegado desde la Argentina, con tus bellas palabras y poesias, deseando siempre más, siempre estas ahí aunque de momento hayas abandonado el loco mundo de los blogs. A mis chicas, por que sois ya mis chicas; María a quien descubrí por culpa de alguien a quien no le gustaban los besos y abrazos, ¿recuerdas?, espero que te gusten los árboles de Navidad jajajaja; a Elena que gracias a un comentario en el blog de un amigo común, que grande eres Tellagorri; volví a recordar mi niñez y olores apagados; ella me trajo a Adelaida, vaya pareja de dos, las dos hacen grande este mundo de blogger. Lucero, que decirte a ti, la poetisa del amor, la amistad; Susurros que pasas por aquí y te gusta que escriba sobre mi familia, Yuriluna que desde Mejico ansia ver nevar, pronto veras los copos de nieve, ya veras. Kassiopea que solo a ti se te ocurre colgar fotos que dan risa, y otras cosas, ¿verdad?; que si gana su Barça se lleva una gran alegría y si hablas mal de su equipo te dice madridista... jajajaja; del Depor, Kassiopea soy del Depor.

  Gracias amigos, y disculpadme si me olvido a alguien, y que es que sois tantos y tan buenos, que sin vosotros me sería imposible que mi imaginación volase.



  ¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!! y antes de Fin de Año, maaaaaaas sobre Henna... prometo que liare más aún la historia y el año que viene retomare a los tigres ¡¡¡Bieeeeeen!!!. Por molestar jajajajaja

17 de diciembre de 2009

La Primera Nevada del Invierno, aunque sea Otoño

Hoy no voy a continuar con la historia , lo siento ja,ja,ja,ja,ja. Ayer noche cayo la primera nevada del invierno en Calahorra, y saque a mis hijos fuera. Continuo nevando toda la noche, y llevamos, mi mujer y yo a los dos enanos al colegio. Así que me perdonareis, si esta vez soy egoísta y sale mi familia. Y es que la cara de los dos yendo por la nieve no tiene precio, para ambos era la primera vez que veían la nieve.




   Los dos que nos traen locos, bajo la nieve.

La de las bolitas es la jefa de casa, ordeno y mando en plaza ja,ja,ja.


 
 

Dicen que hay cosas que no se pagan con dinero, y la cara de los niños al descubrir o encontrarse con algo nuevo o nunca visto por ellos hasta ahora, es una de ellas. Y es que a veces lo más sencillo y lo que no cuesta nada, es lo mejor. La naturaleza te da oportunidades de ver disfrutar a tus hijos y convertirse uno mismo en niño, tirando bolas de nieve a ellos y ellos a ti.






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9 de diciembre de 2009

New World XV


  Hacía dos días que Jerry la dejara en el poblado; tenia acceso a todo el sistema del ordenador y por lo que le había contado Jerry podía usarlo libremente; era imposible que la rastrearan. Ahora conocía que era desde aquel inmenso ordenador desde donde le enviaran los extraños correos electrónicos; el porque seguía siendo algo que no acertaba a descubrir. Jerry en ese apartado se mantenía callado, Henna sospechabas que algo tendría que ver con aquel extraño poblado y con las personas que allí estaban con ella. Los niños se pasaban todo el día jugando, excepto durante cuatro horas que se sentaban en una choza cerca de donde ella estaba y le enseñaban Geometría Sagrada, Cosmogonía, Cosmología y Semiología, a Henna todo le sonaba extraño; no entendía el porque unos niños debían aprender algo de lo que apenas si podrían sacar beneficio en el mundo real. Los viajes de cargueros espaciales a Marte y la Luna eran habituales desde hacía veinte años; pero la gran mayoría de habitantes del planeta había dejado atrás las creencias sagradas o religiosas. La propaganda del Gobierno Mundial y las guerras desatadas a comienzos del 2010 por motivos religiosos había conducido a las personas a ir apartándose de la religión; existían pequeños núcleos que continuaban practicando con las antiguas creencias y que se reunían en secreto y a los cuales las autoridades hacían la vista gorda, dejándolos actuar en clandestinidad, pero a los que mantenían constantemente vigilados. De ahí que Henna no entendiese eso de la geometría sagrada, y sobretodo a unos niños.

     Vio a la niña que les había recibido cuando llegaron al poblado salir corriendo del aula donde les educaban, Shalako también vio a Henna y se acerco hacia ella sonriendo.

- Buenos días Henna, ¿que tal estas?
- Preocupada Shalako, hace dos días que Jerry se fue y no se nada de él. Tengo miedo de que le ocurriera algo, cada hora que transcurre la angustia de que posiblemente no vuelva a ver a mi marido me atormenta.
- No te preocupes, Ahöla sabe cuidarse. Estoy segura que esta ocupado investigando el paradero de Söhönasomtaka, así que no debes preocuparte Henna, vienes a dar un paseo conmigo hoy no me apetece jugar.
- De acuerdo me vendrá bien, así me relajare y me podrás cosas de este lugar tan bello. - Me parece bien, no hemos sido muy educados contigo; eres nuestra invitada y apenas sabes nada de nosotros.
- Me tratáis muy bien, y por lo que veo todos están ocupados haciendo algo. Aunque los adultos no son muy habladores siempre están en los campos trabajando.
- Ja, ja, ja, no solo trabajan Henna, ellos también están aprendiendo. Si te fijas siempre están en grupos de cuatro personas, uno es el maestro y los otros son sus alumnos. Nuestra tradición se basa en pasar los estudios oralmente, con lo cual si uno es experto en biotecnología debe enseñar por lo menos a tres más para que así su saber nunca se pierda, estos tres deben pasar su saber a su vez a tres personas cada uno y así sucesivamente, comprendes. El estar en los campos es una manera de hacer más amena el aprendizaje; no tienen que preocuparse de cosas externas, ademas como no hay un horario establecido no tienen ataduras.
- Entiendo, pero por que no utilizáis algún soporte para enseñar, o un libro, por ejemplo. Siempre seria más sencillo que tener que memorizarlo.
- Los libros y los datos se pueden estropear, perder o alguien los puede destruir. 
- Pero una persona puede fallecer o que alguna enfermedad degenerativa del cerebro lleve a perder también todo ese saber.
- Por eso uno enseña a tres, así siempre quedarían dos, nunca nos detenemos en aprender. Muchas veces se ha comparado al cerebro con un ordenador, pero la principal diferencia es que tu en un ordenador puedes meter multitud de enseñanzas, pero si no llegas al limite de capacidad, siempre te quedara un espacio en blanco. El cerebro no, es capaz de aprender aún durmiendo, el cerebro jamas duerme, tú apagas un ordenador y solo este no hará nada, en cambio nuestro cerebro, no. Por eso el aprendizaje se hace hablando los unos con los otros en una agradable conversación, sin imponer nada.
- ¿Shalako cuantos años tienes? ¿Eres una niña de verdad?, me estas asustando con tus razonamientos. Einstein a tu lado parece un simple aficionado.
- Angwusnasomtaka era un maestro, yo espero llegar algún día a ser maestra, como él y poder enseñar como me enseñan a mí ahora Henna. La sonrisa de la niña era como el rayo de luz que atraviesa las nubes después de una gran tormenta.


  Jerry se introducía por la puerta del despacho del forense, este era un hombre de apenas 1.70, aparentaba unos cincuenta años y a sus kilos de más, unía un pelo cortado de una extraña manera, largo por su lado derecho y afeitado por la izquierda; por su parte más larga parecía que le faltasen dos o tres lavados. Todo un espectáculo dentro del hospital, el mundo al revés dentro del blanco inmaculado que se veía por todas partes. El médico miro para Jerry, sin apenas levantar la vista del cuerpo que tenia delante. Un joven de viente años estaba sobre la mesa de autopsias.

- Muerte por ahogamiento, se quiso hacer el gallito con su novia y apenas sabía nadar. ¿Usted es?
- El agente Jerry Mourre, soy el encargado de investigar el caso de la mujer decapitada.

El forense tapo el cadáver del joven y se acerco a Jerry, en su delantal se veían gotas de sangre, no se podía decir de él que fuera muy cuidadoso con las autopsias; pero por los informes que Jerry había pedido sobre el forense era el mejor del Hospital, aunque también bastante excéntrico por lo que parecía. 

 

- Le envié el informe de la autopsia a la Central debería tenerlo ya en su poder.
- Y lo tengo, pero tengo varias dudas. Sobretodo la que se refiere a que del cerebro no salio sangre, doctor eso es imposible. La sangre no sirve sólo como sustento y nutrición para el cerebro, además, la sangre modula la forma en que las neuronas procesan la información en nuestro cerebro.
- Lo se agente Mourre, pero lo extraño del caso es que no había ni una sola gota de sangre en el cerebro, es como si a la vez que la decapitaban le hubiesen sacado hasta la última gota de sangre. Mire hay quien sostiene que la sangre no es sólo un sistema de sustento del cerebro, sino que realmente ayuda a controlar la actividad de esté órgano, los cambios en el flujo de sangre podrían afectar a la actividad de las neuronas cercanas, modificando la forma en que estás se transmiten las señales de unas a otras.
- ¿Eso significaría que la sangre podría regular el flujo de información de todo el cerebro?
- Así es, pero es una teoría que se demostró en un laboratorio hace años. El cerebro sigue siendo un gran desconocido para la medicina, a pesar de nuestros adelantos.
- Gracias doctor, por la información y por atenderme.
- No se si le servirá de ayuda en esclarecer el crimen, pero le mandare un informe más detallado a la Central si así lo desea.
- No hace falta, si tengo alguna duda le llamare yo mismo.

  Salio por la puerta preocupado por lo que acaba de descubrir, si por la sangre circulaba información del cerebro era posible que el asesinato fuese premeditado y no un accidente como pensaban en la Central. Si la información que le diera el forense resultaba cierta, el retirar la sangre del cerebro de las personas podía ser una fuente de información inmensa y a la vez peligrosa.


23 de noviembre de 2009

New World XIV


La joven circulaba por la acera parándose en los escaparates tridimensionales que anunciaban ya la nueva temporada de moda. El hombre la vigilaba desde hacía varias manzanas atrás, completamente de negro solo dejaba a la vista un extraño símbolo en el pecho donde se situaba el corazón, justo encima llevaba escrito en números romanos un IV. La chica continuo andando, y se paro justo en una esquina, que extrañamente no estaba bien iluminada, algo que raramente ocurría en la ciudad. Los adelantos técnicos avisaban de cualquier bajada de intensidad en la luce y los robots se encargaban en pocos minutos de solucionar cualquier problema; pero hoy no funcionaba. Las personas andaban con prisas y no se prestaban atención las unas a las otras, la joven rubia dudaba entre coger un taxi o continuar andando, su piso no estaba lejos. Después de unos segundos se decidió a continuar andando, un paseo le vendría bien para desentumecer las piernas. Los tacones resonaban en el suelo, leía en su móvil la prensa del día, se asombraba de que un matrimonio estuviera implicado en derrocar al Gobierno, no entendía como dos personas que disfrutaban de una buena posición pudieran desear el fin de algo que les había llevado a una paz nunca vista en el planeta.

   Miro para atrás, el presentimiento de que alguien la observaba le corrió por la espalda, vio a una pareja de novios que bromeaban cogidos de la mano que cruzaba la calle para montarse en el coche, al fondo vio a otras personas con las que se había cruzado anteriormente, continuo mirando las noticias de los últimos días, el Gobierno había decidido que para  solucionar los tramites burocráticos, se cerraba el Parlamento Mundial, una vieja pretensión del actual Presidente para eliminar las esperas a la hora de aprobar Leyes nuevas. Noto una mano en su boca que tiraba de ella hacía atrás, el móvil salio disparado unos metros hacia atrás rebotando unos cuantos metros en la acera hasta caer encima de una alcantarilla las noticias continuaban apareciendo en su pantalla. A los pocos segundos un reguero de sangre mancho el móvil, este se iba tornando rojo y cubriéndose en su totalidad, de la sangre de la joven.



Los dos hombres esperaban al lado de la furgoneta del depósito de cadáveres, embutidos en su mono negro que les daba un aire más tétrico, miraban como la policía sacaba fotos al cadáver de una mujer joven a la que habían asesinado la noche pasada. El más joven de los dos lo miraba todo, mientras el mayor tenia un aire mas despreocupado, la cara de novedad se le notaba a leguas, la ansiedad por recoger su primer cadáver y la curiosidad propia de un joven en su primer día de trabajo podía sobre la incredulidad de estar ante un crimen tan horrendo.

- No puedo creer que esto ocurra hoy en día, ¿que lleva a una persona a actuar así?
- Y yo que se, solo soy un empleado de la morgue, y tú solamente eres el conductor de la furgoneta, así que no te pongas en plan transcendental, recojamos el cuerpo en cuanto nos lo ordenen, se lo dejamos al "destripador" y nos vamos a tomar unas cervezas. Un agente de la policía científica se acerco hasta la furgoneta donde estaban ambos hombres.
- Ya pueden recoger el cadáver. Nuestro trabajo ha terminado, y los robots ya están listos para limpiarlo todo.
- Vamos Gordon, acabemos con esto e una vez, felicidades novato, en tu primer día vas a ver tu primer cadáver, el más viejo era el que llevaba la voz cantante de los dos empleados del depósito de cadáveres.

  Cuando se acercaron, el joven conductor vio el cuerpo de la joven sobre el césped de una de las casas que estaban a lo largo de la calle, no entendía como alguien podía asesinar a una mujer en un lugar tan público, le sorprendía la cantidad de sangre que se veía alrededor del cadáver, su mente se preguntaba por todo lo que habría dejado de hacer la mujer en su vida, y por los seres queridos, pero no podía apartar la vista del inmenso charco de sangre, y entonces lo vio. Sus piernas comenzaron a flaquear y noto como las fuerzas le fallaban ante la visión que tenía delante de él, la mente le comenzó a dar vueltas y ya no pudo resistirlo más, sus rodillas flaquearon, y puso los brazos por delante para no caerse de bruces pero no fue suficiente para no dar con su cara en el suelo, perdiendo el conocimiento.

- Vaya Carl, veo que el novato no aguanta  la visión a una mujer decapitada, al agente de policía que estaba a la izquierda de compañero del joven desmayado se le escapa una sonrisa complice.
- Los jovenes, ya sabes Donan, se hacen los fuertes y a la hora de la verdad. Ahora en vez de un cadáver tenemos dos.



  Jerry llegaba a la ciudad después de dejar a Henna en el poblado, necesitaba averiguar que sabían en la organización  secreta de Himmler, y que estaba pasando con la mujer si estaba en busca y captura. En el coche sonó la alarma de la Central de la Policía, en el parabrisas salió la imagen del Comisario.

- Jerry, presentante ante el forense de guardia, esta examinando un cadáver encontrado en la calle.
- ¿Es grave el asunto señor?
- Una decapitación, hacía años que no teníamos un crimen parecido, encárgate de la investigación y tenme al tanto, lo de las altas esferas no tardaran en pedir explicaciones.
- Me pongo en ello, señor. Jerry vio como se cortaba la imagen, e introdujo la dirección del Deposito en el  ordenador del coche, y comenzó a teclear el ordenador en busca de la información que le mandaban desde la comisaria, con el informe del forense que Jerry pidió de forma oral,

   "La separación  traumatica de la cabeza del resto del cuerpo produjo la muerte instantánea, el corte trajo consigo una gran salida de sangre del cuerpo de la victima, en la cabeza no se aprecia salida de sangre siendo esto inusual, la disminución masiva en la presión sanguínea y la rápida pérdida de conciencia le siguió la muerte cerebral, no se observan a primera vista golpes o magulladuras..."

 
- La cabeza no sufrió perdida de sangre, que extraño.
Jerry cogió manualmente el coche y acelero para apurar la llegada al Deposito y poder hablar con el forense, lo más pronto posible.

20 de noviembre de 2009

New World XIII



Henna miraba para todos lados incrédula, siguiendo a Jerry que bajaba delante de ella por la pendiente, la pequeña cascada que se observaba desde el exterior se convirtiera en una inmensa catarata de agua, que caía en un lago de aguas cristalinas, debajo de una de los acantilados por donde caía el agua, se veían unas casas construidas con piedra y unidas con mortero, todas se encontraban reunidas en torno a la pared del acantilado multitud de niños correteando por todos lados. Las mujeres y los hombres estaban trabajaban en los campos que estaban entre el lago y las casas, reconoció maíz, alubias, calabazas y patatas mientras se acercaban. Los árboles se veían por doquier, y donde se situaba un tronco ya talado, cerca se plantaba otro para que creciera. Una de las niñas les vio, y comenzó a gritar de alegría corriendo al encuentro de Jerry, los demás niños se giraron y fueron al encuentro de la pareja.

- Ahöla has vuelto. Llevabas tiempo si venir a visitarnos, eres muy malo.
- Lo se y tenéis que perdonarme pero estuve muy ocupado, me fue imposible venir a veros. La sonrisa de Jerry ocupaba toda su faz, se le notaba relajado y muy feliz.
- ¿Como están las cosas por ahí afuera?, la niña subido en el regazo de Jerry lo tenia completamente agarrado del cuello, no aparentaba más de siete años.
- Complicadas, Shalako Taka muy complicadas. Las cosas no están nada bien, ¿y por aquí como va todo?, te veo muy feliz.
- Si lo estoy, en clase nos lo pasamos muy bien, He-e-e nos enseña muchas cosas y me lo paso muy bien. Esa chica tan guapa ¿es tu novia? la pregunta puso colorada a la cría y escondió la cara en el cuello de Jerry como avergonzada de la pregunta.
- No, no lo es Shalako, ella es la mujer de Pöökonghoya.
- ¿Has encontrado a Pöökonghoya?, ¿no viene con nosotros?
- No me dio tiempo de encontrarlo, y ahora no se donde esta. Tengo que encontrarlo y traerlo a salvo aquí. Pero os tengo que dar una mala noticia.
- Ya sabemos lo ocurrido con Söhönasomtaka, no te preocupes pronto estará en casa.
- Lo se pero, no es esa la mala noticia Shalako. Creo que Eneida nos anda buscando, y es hora de que nos pongamos en marcha. Yo me quedare a buscar a Pöökonghoya, pero debeis poneros a salvo.
- Lo que tu digas Ahöla, sabes que lo que tu nos digas lo haremos.


Henna iba a justo detrás de ellos, y podía escuchar la conversación, sonrió al ver la reacción de la niña escondiendo, pero no sabía que eran esos nombres, dedujo que Pöökonghoya era Lewis, Ahöla el propio Jerry, y que Carlton seria Söhönasomtaka, pero los nombres eran completamente extraños para ella, se sentía atrapada por aquel paisaje, y por el cielo completamente azul, apenas si surcados por unas cuantas nubes. No entendía como aquel paraíso podía estar tan cerca de la ciudad, y que nadie supiera de su existencia, no entendía como aquel en aquel lugar podría estar a salvo, si el propio Jerry le estaba diciendo a una niña de escasamente seis años que se tenían que ir. Todo era demasiado raro para Henna.
   Comenzaban a acercarse al poblado y todos se acercaban a saludar a Jerry, a Henna le parecía como la vuelta del hijo prodigo a casa. Jerry saludaba a todos por su nombre. Henna, miro para la cascada y pudo ver algo que le llamo la atención, el sol en vez de reflejar los colores del arco iris a través de las gotas daba la impresión de reflejar el mismo blanco de los ojos de Jerry, el mismo brillo que tanto le hipnotizaba. Jerry deposito a la niña en el suelo, esta se despidió de ambos lanzando un beso al aire, volviendo con el resto de los niños.

- ¿Jerry donde estamos?, ¿y esos nombres tan extraños?, se que se refieren a Lewis, a Carlton y a ti, pero no se que significan.
- Son nuestros nombres Henna, los nombres de los katchina.
- ¿Me estas diciendo que todos ellos son katchina?, ¿los niños también?, mira Jerry no se que demonios ocurre pero apenas me has explicado nada y...
- Tranquila te llevo con alguien que te explicara todo lo que desees, y tendrá respuestas a todas tus preguntas. Mira yo tengo que volver , y ver que ocurre en la ciudad. Seguramente ya se habrán dado cuenta de tu huida, y necesito saber que saben. Volveré en un par de días a por ti, y nos pondremos a buscar a tu marido. Ademas tu me podrás ayudar desde aquí.
- ¿Y como quieres que te ayude desde aquí, con señales de humo?
- No pero si investigando desde el ordenador.
- ¿Hay un ordenador aquí?, pero si no se ve ni un cable, ni ningún tipo de tecnología...

  Al cruzar la puerta de la casa situada justo en el centro del poblado, se encontraron en una habitación muchísimo más amplia de lo que parecía desde fuera, justo en el centro de la estancia se situaba el ordenador más grande que jamas había visto.

- ¿Como es posible?.
- No creerías que estamos anclados en la antigüedad, ¿verdad?. Aquí hay mucho más de lo que se ve a simple vista Henna, ya lo iras descubriendo por ti misma.
- Vale, aparcare mis prejuicios sobre ti y sobre este lugar. ¿Pero no podrán rastrear la señal del ordenador?
- No han rastreado las imágenes que te mande, no saben ni que se imprimieron en tu casa, así que tu misma.
- ¡¡¡Quee!!! ¡¡¡Fuiste tú!!! Tu me mandaste las imágenes prohibidas, tu me metiste en este lío. 
- Si fui yo, y el de las llamadas misteriosas también, pero no quería meterte en problemas. Si recuerdas primero te previne de que no siguieses con tu búsqueda, pero tú no me hiciste ningún caso, entonces te envié las imágenes pero veo que no entendiste nada.
- Y que quieres que entienda, uno es un dibujo de Leonardo da Vinci o puede ser un antiguo arquitecto del Imperio Romano, que...
- No te paraste a pensar que posiblemente el hombre de Vitruvio tuviese que ver con ambos, con Leonardo y con el arquitecto romano. Vitruvio fue un desconocido arquitecto que llevo al Imperio Romano a alcanzar las cotas que alcanzo, los romanos edificaban sus edificios en pocos años gracias a él, y a Leonardo se le pueden aplicar muchos de los inventos que siglos después aparecieron, los primeros estudios de aeronáutica se le atribuyen a él.
- ¿Y eso que tiene que ver conmigo?
- Contigo nada, pero si con Eneida la organización de Himmler. Ellos son unos fanáticos del ocultismo y buscan mensajes ocultos en el pasado. Da Vinci, es uno de los que mejor representa el ocultismo, sus obras son muy conocidas pero en todas o casi todas se cree que hay mensajes ocultos.
-¿Y?
- Pues que gracias a Vitruvio y al hombre vitruviano, Himmler esta aquí. Y tengo que descubrir como lo logro.
- ¿No lo sabes?, pues que bien, yo que pensaba que tenias todas las respuestas.
- Ya te dije que no soy ningún dios, y no lo se todo. 
- Perdona, ¿cuando empezamos?
- Cuando tu quieras.
- Pues cuanto antes nos pongamos manos a la obra, antes encontraremos a Lewis y desenmascaremos a todos estos cabrones.
- ¿Tu crees que servirá de algo desenmascararlos?
- Puede que no, pero si por lo menos vale para que yo me quede a gusto conmigo misma, pues me valdrá; y si de paso le sacamos la venda a dos personas pues ya sera un buen trabajo. Venga ojos de leche, déjate de ser la parte buena, y comienza abrir los ojos, estamos rodeados de maldad en el mundo y es hora de combatirla con sus herramientas.
- ¿Te quieres volver como ellos Henna? No lo entiendo, por que quieres ser como ellos.
- Tu nunca has estado casado ¿verdad?, 
- No.

- Se nota, no conoces a una mujer cabreada, pero estas a punto de ver a una, y la verdad una sola mujer enfadada puede ser peor que todo un ejercito de hombres, y te aseguro que estoy cabreada y mucho.

16 de noviembre de 2009

New World XII


- ¿Te puedo preguntar una cosa?, Henna tenia apoyado su codo contra el cristal de la puerta, y su cabeza reposaba sobre su mano. Los edificios circulaban a su vista, como sombras, no les prestaba atención ninguna. En su mente solo había preguntas, y cabalas que no acababa de comprender, o que su cerebro era incapaz de aceptar.
- Claro Henna, me puedes hacer cualquier pregunta, intentare contestarla. Aunque te aseguro que no tengo ni idea de como nació el universo.
- ¡Oh! Estoy segura que tu sabes bastante del universo. Pero no es sobre eso, lo que quiero saber es tu edad, y que me expliques como hemos llegado a esta situación.
- ¿Como hemos llegado a esta situación?, ¿te refieres a nosotros o a tu marido y a ti?
- Me refiero a Lewis y yo, y a la humanidad, ¿como no nos dimos cuenta que estábamos gobernados por dictadores y psicópatas?
- Bueno vamos por lo primero, mi edad... Tengo 35 años, y lo si...
- ¿35 años? Le interrumpió Henna riéndose, eso no te lo crees ni borracho, pero si no me lo quieres decir lo respeto.
- Ja,ja,ja,ja no se mentir lo reconozco, mira el por que la humanidad llego a esto es un cumulo de circunstancias, los países tendieron a organizarse alrededor de organizaciones la ONU, OTAN, Unión Europea, Mercosur, vamos que fueras a donde fueras, o mirase a donde mirases, todo eran organizaciones para defender los intereses comunes, ya sabes que la unión hace la fuerza.
- Si todo eso ya lo se, ¿pero que nos llevo aceptar el Gobierno Mundial? Henna le miraba directamente a los ojos que continuaban tapados bajo las gafas de sol.
- La esperanza de que se acabasen con las guerras, la esperanza de que la paz llegase, la esperanza de que se acabase el primer y el tercer mundo, la esperanza de que juntos la humanidad llegase a cotas a las que debería haber llegado hacía mucho, la esperanza que así no hubiese ni ricos ni pobres, la esperanza fu la culpable. Todos querías ver vuestro deseo de un planeta sin guerras y sin odios, vuestro deseo de no tener que depender de los vaivenes de una economía, que ya era global, pero muy volátil. Se acabo con los especuladores, las multinacionales daban trabajo a todo el mundo, todo era claro y todo era para que la humanidad siguiese creciendo, era la mezcla perfecta de sociedad. Pero os olvidasteis de una cosa.
- ¿De que cosa Jerry?
- Que en la humanidad siempre estará presente el ansias de poder, el ansia de dominar a los demás y el ansia de ser dioses para tener el poder sobre el bien y el mal, el poder de la vida y la muerte, el egoísmo humano.
- Pero...
- Ya hemos llegado, Henna.

   Estaban fuera de la ciudad, en unas montañas cercanas, aunque Henna no sabia decir cuales eran. Un acantilado se presentaba ante ella, desconocía cual era el trayecto ni cuando se habían apartado de las grandes lineas de comunicación para llegar aquel remoto lugar. El acantilado presentaba una serie de construcciones de piedra que debían llevar allí siglos, se veían muy antiguas y algunas de las casas tenían aspecto de derribarse en cualquier momento. El lugar parecía deshabitado, solo la presencia de unas plantas y una pequeña cascada que caía en el interior de unas de las casas, le daba algo de color y vida aquel lugar.


- ¿Aquí estaremos a salvo?
- Aquí estarás a salvo. Jerry se saco las gafas dejando al descubierto sus ojos blancos, Henna no podía dejar de mirar a ellos, aquel extraño brillo que salia de sus ojos tenia en ella un efecto hipnótico.
- Como que aquí estaré a salvo, si piensa que me quedare en este lugar inhóspito y apartado de cualquier lugar civilizado, vas apañado ojos de leche.
- ¿Por que pensáis que lo civilizado es tener toda vuestra tecnología, y vuestros aparatos. Civilizado puede ser vivir en paz con vosotros mismos, vivir en armonía con el planeta, vi...
- Si, ya me conozco todo eso de que el campo es bueno y la tecnología es mala. Pero te digo que ni loca me voy a quedar aquí, así que amiguete tienes dos problemas. Uno que tengo apetito y dos que no me quedare en este sitio, vamos que vaya plan el tuyo, yo me quedo más sola que la una y tu te vas por ahí a hacer sabe Dios que, pues vas listo.
- No estarás sola, y no admito un no por respuesta, ademas ya sabrán de tu desaparición y ahora te estarán buscando por todas partes, y el lugar más seguro es este, y en el te quedaras, de momento hasta que averigüe como esta la situación en Madrid.

- ¿Que no estoy sola?, ¿que no estoy sola?, tío ¿tu que te fumas?

   El paseo les había llevado a la entrada del edificio principal, era al que le caía la pequeña cascada por el centro, de su entrada salio un hombre que a Henna le pareció el mismísimo Matusalén, le miro a su cara y en ella debían estar todas la arrugas del planeta juntas, si tenia que apostar a su edad estaba que dijese lo que dijese estaría muy lejos de acertarla. El hombre se inclino a modo de reverencia a lo que Jerry le respondió de la misma manera, el anciano se hizo a un lado invitándoles a entrar con un gesto, Henna fue detrás de Jerry, descubriendo que la puerta daba a unas cavernas donde la oscuridad era casi absoluta; apenas podía ver más halla de un metro, delante de ella Jerry se movía como si conociese el lugar pues no se le veía incomodo andando por aquellas cavernas. No se separaba de ella, más de dos pasos para que le resultase fácil seguirlo, pero Henna no estaba muy a gusto con la situación. Desconocía a donde la llevaban, el anciano entrara detrás de ella, pero hacía rato que ya no estaba. Al fondo vio una luz, parecía que llegaban a alguna parte, ¿pero a donde?.

   La caverna poco a poco se iba haciendo más ancha, y sus ojos comenzaban habituarse a la luz que llegaba desde el fondo, un ruido de agua llegaba a los oídos de Henna, pero la cascada no le había parecido lo suficientemente grande como para producir aquel sonido, seria la caverna la que hacía de amplificador del sonido, entre el sonido le pareció escuchar las risas de alguien, pero pensó que serian imaginaciones suyas. Jerry se detuvo justo a la salida de la caverna y al instante Henna llego a su lado.


- Dios mio, que maravilla.









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14 de noviembre de 2009

New World XI


- Heiner no la encontramos, a desaparecido. Enviamos a una patrulla para encargarse de la vigilancia y relevar a la Policía, pero no la encontraron. La siguen buscando.
- Karl, no me gusta alguien debe haberla avisado. Que la sigan buscando.
- Bien.
- Veo que sigues firmando como Wolfchen, siempre te gusto ese apelativo Karl.
- Ya sabes que es el mejor método para que sepas que las cartas te las mando yo, y no de cualquier otro que se pudiera pasar por mi.
- Tienes razón solo yo se que utilizas ese apelativo.


   Himmler se quedo solo repasando la documentación que tenia delante, casi toda era el la Organización Eneida, la vieja Sociedad Thule que el había resucitado desde que los estadounidenses habían accedido a sacarle de la antigua Alemania a él y a parte de sus colaboradores. Ellos se habían encargado de todo, para que todo pareciera atado, la muerte de Hitler, los juicios de Núremberg y la desaparición de August Hirt. Nadie había visto los campos de exterminio que durante años habían llevado a la muerte de los no aptos para los nazis, la guerra posterior a 1945, para mandar a los soviéticos a sus fronteras, habían evitado el descubrimiento de los distintos campos esparcidos por distintos puntos. Los habían eliminado del mapa, reduciéndolos a polvo. La Operación Amanecer le había aupado a lo más alto en la sombra era el autentico dueño del mundo, los contactos de Karl con el entonces  jefe de operaciones de la Oficina de Servicios Estratégicos de los americanos en Berna, Suiza, Allan Dulles.
     Su nuevo aliado en aquellos años, Hoover fuera quien le enseñara  los entresijos oscuros, las distintas puertas traseras de las administraciones estadounidenses. La creación de la ONU había sido ideada por la sociedad Thule para que los tentáculos se fuesen infiltrando en los distintos Gobiernos del mundo. En el año 2000 se había conseguido la unificación total en un solo Gobierno Mundial, la búsqueda que durante años se llevara a la caza de distintos objetos mágicos. No podía dejar de pensar en aquellos años Himmler recordaba claramente que si no hubiese negociado con los americanos posiblemente hubiera muerto al igual que su líder. El sonido de llamada de la puerta le saco de sus pensamientos.

- Adelante
- Señor nos han llegado las imágenes de la salida de la sospechosa.
- Ponédmelas

   En las imágenes se veía salir a Henna y subirse a un coche que quedaba tapado por una extraña oscuridad, acompañada por un hombre desconocido, a continuación la llegada de los dos agentes encargados de su vigilancia hablando con el agente de la policía que estaba siguiéndola.

- Llame a los dos agentes enviados para seguir a la sospechosa.
- Si señor.

No mas de cinco minutos tenia delante de él a los dos agentes.

- ¿Quien es el hombre con el que hablaron delante del edifico de la televisión?
- El agente encargado de la vigilancia de la mujer, señor.
- ¿Por que no miraron en su coche? Puede ser cómplice de la sospechosa, es un error por su parte.

Se miraron el uno al otro, sin saber que decir.

- ¿Que ocurre?
- Podemos hablar libremente señor, el nerviosismo era evidente en los dos hombres, el estar presente ante la más alta autoridad les metía miedo.
- Hablen.
- Señor, quise ir al coche, pero algo me lo impido. No se explicar bien lo que nos ocurrió, pero no nos acordamos de la cara del agente, ni de la conversación que tuvimos con él. Únicamente que hablamos con alguien, y que cuando se fue informamos de lo sucedido con la mujer, pero llevamos horas intentando ver en las fichas de personal al agente y no sabemos quien es, no recordamos su cara.
- No lo entiendo, si estuvieron a menos de un metro, como no van a recordar su cara, ¿y la cámara del coche?, ¿no grabo nada?.
- Si señor. lo grabo, pero eso es lo más extraño de todo, hay una especie de oscuridad delante de la cara del agente, es inexplicable señor. Pero...
- Retírense.

9 de noviembre de 2009

New World X


  En ese momento la llamada al dispositivo móvil de Jerry sonó, en la pantalla apareció un mensaje. En ese momento Jerry se levanto de la silla poniéndose las gafas.


- Tienes que venir conmigo Henna.
- ¿Me estas deteniendo? Creía que teníamos que salvar a mi marido.

- No te estoy deteniendo, pero tu vigilancia pasa a ser de la Seguridad Política, lo mejor es que desaparezcas durante un tiempo, estos tipos no se andan con tonterías, cuando dan esta clase de orden es que piensan hacerte desaparecer en breve. Te investigaran, ta sacaran fotos e irán colocando pruebas incriminatorias para luego mandarlas a la televisión para que las vean todo el planeta.
- ¿Y a donde iré?, mi casa es lo único que tengo. Mis padres viven en Buenos Aires y no creo que me dejen llegar hasta allí.
- Yo te llevare a un lugar seguro, si te fías de mi.
- No me fío de ti, es más no me creo nada de lo que me has contado, pero no me queda otro remedio si no quiero que me detengan, presa no podre ayudar a Lewis.
- Vamos, yo iré detrás seras la comidilla de tus compañeros y de los noticiarios en breve.


Henna recogió su bolso, e introdujo unas fotos de Lewis y ella, el resto de fotos las dejo allí. Los premios y galardones nunca le importaran y ahora menos. Su vida había dado un giro de 180º en apenas unos días, y aún no sabía nada, ni el porqué de presentadora estrella, a prófuga del Gobierno Mundial, un antiguo líder de una ideología que se creía muerta hacia décadas era el que movía los hilos del planeta, un galimatias que no le encontraba ni pies ni cabeza, y su marido justo en el medio de todo aquello.
   El coche estaba a veinte metros, se subieron al coche justo en el momento que en otro vehículo aparcaba a escaso metros del de Jerry, los cristales se oscurecieron para que fuese imposible que nadie del exterior supiera quien lo ocupaba.

- ¿Agente Mourre? la voz sonaba hueca de todo sentimiento, a la vez que preguntaba le enseñaba las credenciales de la Policía Popular.
- Si, soy yo ¿y usted quién es? Jerry sabía perfectamente quien era, pero no le dejaria toda la iniciativa, no le iba hacer las cosas demasiado faciles.
- Soy el agente Labtec, mi compañero y yo venimos a hacernos cargo a partir de ahora de la vigilancia de la señora Ram, nos han comunicado, que estaba reunido con ella, y nos gustaría saber el por que.
- Aquí tiene mis ordenes, están selladas por el comisario del departamento de vigilancia, se me comunica que intenten presionar para saber algún amigo de su marido se puso en contacto con ella en estos días. Tenemos controladas todas sus comunicaciones pero podrían comunicarse por algún método y nosotros no darnos cuenta, es un sistema rutinario. Ponemos sin que se de cuenta un mini detector de ritmo cardíacos y mentales,  en la mesa o cerca del sospechoso y lanzamos preguntas convencionales para saber si se altera con alguna de ellas y así saber si miente, ya conoce el sistema. 
- Si lo conocemos perfectamente, y ahora donde esta la señora Ram, ¿sigue en su oficina? El agente de la Policía Popular no dejaba de mirar para el coche de Jerry, pero no conseguía ver su interior.
- Pues precisamente bajo delante de mi, y me disponía a seguirla hasta que aparecieron ustedes para entretenerme.


 Henna miraba por el cristal de atrás, no podía oír nada pero pudo ver como Jerry se sacaba las gafas, y miraba fijamente al hombre que tenia enfrente. Era imposible que eso saliera bien, ningún ser humano poseía esos ojos blancos, no se veía nada más que aquel brillo en ellos, aquella luz que salia de ellos. Sabía que las frecuencias electromagnéticas que la luz solar no descompuesta en los colores de su espectro daba ese color, pero no podía creer que todo eso estuviese dentro de los ojos de alguien, y menos aún que se sacase las gafas para dejar al descubierto todo eso. Jerry inicio el camino hacia su coche, mientras el agente de la Policía Popular comunicaba que Henna estaba ahora mismo sin vigilancia, y que fuera buscada por mas patrullas. Cuando se sentó en el asiento y miro para Henna, esta descubrió unos ojos azules oscuros, parecidos al mar en calma, los ojos era hermosos, veía en ellos lealtad, justicia y sobretodo verdad. Cuando volvía a ponerse las gafas el color azul comenzaba a dejar paso al blanco que tanto inquietaba a Henna.

- ¿Como... puedes hacer eso? Cambiar de color tus ojos, eso no lo hace ningún humano.
- ¿Mis ojos? Es sencillo, tu también podrías hacerlo si quisieras, todos podrías hacerlo si quisierais, solo que estáis muy ocupados preparando fiestas e intentando llegar lo más alto posible en la escala social, no os detenéis ni un momento de que sería de este planeta si la raza más evolucionada se propusiese avanzar y no a tropezar los unos con los otros. Pero viendo como evolucionáis, lo despacio que va todo quizás sea lo mejor llevarías el caos a todas partes.
- Con que derecho nos criticas, ¿acaso tu eres mejor que nosotros?

Miro a Henna a los ojos, ella noto la mirada dentro de si, como si le estuviese leyendo en lo más profundo de sus ser.

- ¿Mejores que vosotros? Jamas seremos mejores que vosotros, ojala algún día alcancemos todo lo que vosotros alcanzareis. Solo queremos poneros en el camino, cuanto más tropezáis, más seguro estamos de que os levantareis y continuareis adelante,pero... es que ahora mismo el camino solo tiene un destino y es el fin de vuestra raza. Por eso estamos aquí para impedir que desaparezcáis por egoísmo y por las ansias de poder de unos pocos. Vamos te llevare a un lugar seguro y te presentare a unos amigos, para una periodista como tu seguro que los encuentras interesantes. Una sonrisa picara apareció en la cara de Jerry, el coche se puso en movimiento suavemente los nuevos modelos de aero coches apenas se notaba el flujo de aire que los hacía sostenerse sobre las carreteras, por encima de ellos a distintas alturas circulaban los demás vehículos, pero Jerry continuaba cercano al suelo a medio metro escaso. Henna miraba  por la ventanilla, viendo pasar los edificios y las personas sin prestar atención, solo pensaba en las palabras de Jerry, y que hablara de la humanidad en tercera persona y del futuro esplendoroso que podrían tener si ellos quisieran. Siempre se había debatido a donde llegaría dentro de unos siglos la humanidad, se creía que el Gobierno único ayudaría con los problemas de golpes violentos por el poder, y que las desigualdades se acabarían. Todos tenían un empleo y una casa, todos los niños eran educados por igual, y a los 16 años se sabía cual seria tu empleo, quizás nadie se diera cuenta que el problema radicara ahí, que la vida no era controlada por uno mismo, sino que los hilos los movían otros desde la sombra. Henna le daba vueltas a todos los pensamientos escondidos durante años, y que sabía que estaban dentro de ella, ahora afloraban.

5 de noviembre de 2009

New World IX


A la entrada del edificio de la televisión desde donde hacía su programa, el esperaba un guarda jurado. No la dejaría ni a sol, ni a sombra, todo lo que recogiera de su despacho debía de ser su propiedad. Nada con el logotipo de la Televisión Mundial, o alguna de sus televisiones subsidiarias podía ser sacado del edifico. Las personas a su paso callaban, y miraban al suelo para hacer como que no la veían. En ese momento Henna, se dio cuenta que no tenia amigos en su lugar de trabajo, durante años estaba rodeada de hienas. Solamente Susan su secretaria, se acerco a ella para despedirse.

- Siento lo ocurrido Henna, espero que todo se solucione.
- Tranquila todo se solucionara, ya veras. Gracias por todo Susan eres una buena amiga, por lo visto la única que tenia aquí.

Susan se acerco para abrazarla, pero Henna la paro negando con la cabeza.

- No Susan, si ves que me aprecias igual tendrás problemas y eso no me gustaría. Cuídate y ten cuidado con las hienas.
- Lo tendré, no tengas miedo soy una superviviente nata

- Señora Ram, un agente de la policía quiere verla.
- ¿Qué? Henna, se giro y vio a Jerry Mourre en la puerta detrás del guarda de seguridad, llevaba puestas unas gafas de sol.
- ¿Señora Ram? Necesito hablar con usted y no es un ruego. La voz era dura y seca, la mujer no sabía que pensar.
- Bien pase y siéntese. ¿Nos puedes dejar solos o no te fías de un agente de la policía? La mirada que lanzo al guarda de seguridad, lo atravesó de lado a lado.
- Tengo ordenes señora Ram, no puedo dejarla sola.
- Yo me hago cargo, vaya a tomar un café le avisare cuando haya terminado. La voz de Mourre era seca y profunda, en su noto se notaba que era una orden y no una petición. El guarda dudo unos segundos, antes de darse la vuelta y marchar hasta la maquina de café. Por lo menos tendría la excusa que se lo ordenara un agente de la policía.
- Henna te dejo a solas con el agente, pórtate bien. Si necesitas ayuda no dudes en llamarme. Susan salio con un gesto serio del despacho cerrando la puerta de cristal tras de si.
- Hola Henna, ¿que tal el día?. El gesto de Mourre continuaba serio, sabía que varías decenas de ojos los estaban observando desde el otro lado de la puerta, y que eran la comidilla del edifico. Henna Ram, siendo interrogada por la policía.
- ¿Tu compañero no te informo?, veo que falta comunicación entre los integrantes de la policía, quién lo diría.
- Se todo lo que has hecho desde que dejaste tu casa. Donde por cierto, dejas documentos que podrían causarte graves problemas si lo encontraran otras personas.

   Recordó las laminas impresas por el ordenador, y que habían quedado esparcidas por el salón. La cara de preocupación hizo salir una pequeña sonrisa de la cara de Jerry.

- No te preocupes, yo me deshice de ellas. Nadie las ha visto y es mejor que continúen sin verlas, te podría llevar a ser detenida, cosa que tarde o temprano sabes que ocurrirá. No dejan cabos sueltos y tu eres uno de ellos.

- ¿Quienes son ellos?, ¿el Gobierno?
- El Gobierno es un títere, ellos son los verdaderos dueños de todo. Aconsejan desde la oscuridad lo que se debe hacer y luego se hace. Este planeta y sociedad perfecta no lo es tanto. Las desigualdades son infinitas y si no se pone freno a esto, tendrá un trágico final.
- ¿Por que me cuentas todo esto?
- Tienes que confiar en mi, nos necesitamos mutuamente para encontrar a Lewis y terminar con su misión y devolver todo a la normalidad.
- ¿Normalidad? Tu estas loco, lo único anormal es que mi marido a desaparecido y que lo acusan de terrorista para derrocar al Gobierno.
- No Henna, tu  marido debía acabar con una persona, pero algo salio mal. No sabemos que pudo ocurrir, Carlton me llamo para decirme que Lewis actuaba de una manera extraña, luego fue Carlton el que desapareció y bueno... ya sabes. Mira te sera franco, ¿te suena el nombre de Himmler?
- ¿Himmler? Si me suena, es un antiguo líder del siglo XX. ¿Que tiene que ver un antiguo nombre del siglo XX, con la desaparición de mi marido? Ademas, ese hombre hace mucho que debe estar muerto.

- Ojala estuviese muerto, pero Heinrich Luitpod Himmler esta vivo, muy vivo. 
- Eso es imposible, si así fuese ese hombre tendría...
- 154 años, le interrumpió Mourre, y te aseguro que esta vivo. Él es el culpable de todo lo que ocurre. Algo paso al final de la II Guerra Mundial, y fue sacado por el ejercito estadounidense de Europa y llevado a Washington, allí comenzó a construir todo esto, desde las sombras se fue adueñando primero de Estados Unidos, de la ONU, y ahora es quién mueve los hilos. 
- Oye tengo que reconocer que es un gran argumento para una película o un libro, pero esto es la vida real, los cuentos de asesinos de más de un siglo es muy poco creíble. Henna estaba de pie apoyada contra la estantería situada a su espalda, mirando al hombre.
- Mira los katchina siempre os hemos ayudado, cuando decidimos marchar algunos nos quedamos atrás para ver vuestra evolución, tu marido era uno, Carlton y yo, pertenecemos a ese grupo.
- No me vengas con cuentos, mi ma... En ese momento Jerry se sacaba las gafas y dejaba al descubierto unos ojos totalmente blancos debajo de estas, que lanzaban un extraño y tenue brillo.
- No es un cuento Henna, que os olvidarais de nosotros, no quiere decir que dejáramos de existir.
- Quee, que.. ¿que eres?, se había vuelto a sentar en la silla del despacho, las manos le temblaban.
- Soy un hombre, ni dios, ni semidiós, ni ente, ni demonios, solamente un hombre.
- Los humanos no poseemos esos ojos, así que no me creo lo que me dices, en realidad no creo nada de lo que me cuentas, mi marido no tiene esos ojos y tu dices que es un katchina.
- Soy humano, puede que no sea como tu, pero soy humano. No poseemos ningún tipo de poder extraño, a menos que consideres que nuestra larga longevidad como un poder. Pero ni somos mágicos, ni eternos, ni cosas raras.
- ¿Entonces que carajo eres?
- Somos viajeros, viajeros interdimensionales. Hace milenios os ayudamos, y estamos intentando volver hacerlo, necesito tu colaboración para encontrar a Lewis.
- Sabes sigo sin creerte, esto me parece una mala película de segunda categoría, pero creo que eres el único que me puede decir donde esta Lewis. 
- Que paso para que todo este mal.
- Algo en el pasado fue modificado, y dio esta realidad que ahora estamos viviendo. Y tenemos que modificarla, pero para eso hay que encontrar a tu marido, él es el único que puede hacer los viajes interdimensionales.
- Pues pongámonos manos a las obra, ojos de leche.

4 de noviembre de 2009

New World VIII


- No entiendo nada Jerry Mourre, ¿que mi marido es un katchina?. Lewis es consejero del Gobierno Mundial, y seguramente tanto Carlton como él, vieron algo que no debían y de ahí que lo hayan incriminado con el asesinato de su mejor amigo.
- Veo que tus años en el periodismo te dan para mucha imaginación. No es el momento de decirte que somos, todo esto es mucho más complicado, que el asesinato de Carlton. Pero estas en lo cierto que a Carlton lo mataron para incriminar a Lewis. Pero con Carlton cometieron un error garrafal, un error del que acabaran lamentándose tarde o temprano.
- Henna, tengo que dejarte, en breve llegara mi relevo para continuar con tu vigilancia.
- Muy bien, no tienes que darme excusas para dejar mi casa, deberías haberte marchado hace ya mucho.
- Estaré cerca, por si necesitaras mi ayuda.
- No necesito nada de ti, solo deja mi casa. Henna seguía sin confiar en aquel hombre, sus ojos continuaban en la sombra y eso no le gustaba. No entendía la razón por la que la luz proseguía evitando aquellos ojos desconocidos, cuando se levanto de la cama, a la mujer le pareció como si la luz se atenuase por si sola, cuando abandono la habitación la luz volvió a su luminosidad inicial.

    Se acerco a la ventana y observo como aquel extraño hombre, se subía al vehículo que estaba al otro lado de la calle. Henna se sentó encima de la cama, y su cabeza comenzó a dar vueltas a toda la conversación con Jerry Mourre. Fuera una luz se detuvo detrás del coche de Mourre, otro hombre se acerco a la ventanilla del conductor y le enseño una acreditación. Jerry arranco el motor marchándose del lugar, nuevo agente encendió la luz interior del vehículo y miro en dirección a la casa de los Ram. Era cierto que era policía, o por lo menos agentes del Gobierno. Henna se fue hacía la pantalla del ordenador, y desactivo el modo vocal, tecleando en el teclado tridimensional la palabra katchina, la pantalla tardo unos micro segundos en dar la respuesta.

- ¿Cero?, como cero.

  No se atrevió a entrar en la página de la Academia Lingüística Mundial, aunque no era oficial. Si sabía que todo el trafico de la red era pasado por unos filtros. Desde el nacimiento del Gobierno Único, todo era distinto, las libertades civiles existían pero la vigilancia estaba presente en todos los lugares. Nadie se había dado cuenta que con el fin de los gobiernos nacionales, así como la derogación del dinero y un trabajo para cada uno dependiendo de sus coeficientes intelectuales, las protestas habían durado unos años por lo que se consideraba una discriminación, pero con el paso de los años y viendo que las cosas funcionaban se olvido pronto todo. Exceptuando grupos reducidos que de vez en cuando con pintadas aparecían en escena, la población en general  solo le importaba que tenían trabajo y que los precios y los gastos eran cubiertos solo con el trabajo, hacia mucho que los billetes y monedas había desaparecido, todo era información electrónica. Todo dependía del Estado, la iniciativa privada no existía y el Estado se ocupaba de todo lo que necesitabas, las casas eran concedidas según tu trabajo. La corrupción era generalizada y el subir en la escala social lo arrasaba todo.

  Henna se quedo profundamente dormida, el día había sido largo y la noche más movida de lo que hubiera deseado. Cuando despertó el sol volvía a esconderse tras el horizonte, desconocía las horas dormidas pero se sentía como nueva. Todo le parecía un mal sueño, un mal recuerdo pero la ausencia de Lewis era real, así como la visita de Jerry Mourre. Bajo a la cocina, no sin antes mirar por la ventana y ver a su extraño visitante en el coche. Desconocía si a parte de él tenía a más personas vigilandola, pero eso no la detendría en la búsqueda de Lewis. Después de tomarse su te, y vestirse decidió pasarse por la oficina para recoger sus cosas, ya que tenia la intuición que la suspensión duraría mas de lo previsto. Llamo un taxi, no le gustaba ir en el metro demasiados admiradores y poca paciencia en estos momentos. En cuanto llegó el vehículo con los clásicos colores azules y el planeta dibujado en los laterales. Casi imperceptiblemente le hizo un pequeño gesto a modo de saludo, y aunque ella ni le miro Jerry sonrió satisfecho.



   La lluvia de imágenes en el cerebro de Lewis continuaba a pesar de todas las drogas que se le administraban por vía intravenosa. En todas ellas aparecía ella, diciéndole que no se preocupara que resistiera que todo iba bien, y que lo rescatarían, la misma imagen que viera después de resultar asesinado en sus sueños y la misma que viera en su viaje en tren, las imágenes se mezclaban con distintas construcciones realizadas en la piedra, reconocía las de Petra pero las otras le eran completamente desconocidas. No sabía que significaba todo aquello, pero era lo único que tenia Lewis en aquellos momentos. Esas imágenes y los recuerdos de su mujer le mantenían con vida. La visita del invitado de Einsehower se repetía todas las tardes a la misma hora, le seguía llamando katchina lo que podría significar aquel nombre. No le maltrataban, ni le interrogaban solo le tenían allí postrado, amarrado y con los ojos cerrados, notaba extraño su cuerpo sus músculos no le respondían, quizás debido a estar bajo los efectos de todos los productos químicos que le inyectaba por la sonda, pero se sentía raro, a pesar de todo estaba tranquilo. Su corazón no se alteraba en ningún momento y se mantenía en un ritmo cardíaco muy bajo, y su cerebro a pesar de funcionar a pleno rendimiento no daba muestras de actividad en los ordenadores que le escaneaban a cada segundo.


- Esto no lleva a ninguna parte Heiner, llevamos días escaneandolo y no tenemos ninguna información. Las drogas lo mantienen en una fase de sueño demasiado profundo, como para saber algo.
- Si lo despertamos podría escapar, y nos sería imposible seguirlo. Si al menos tuviésemos alguna idea de como funciona el Merkaba, pero solo los katchina son capaces de manejar y de materializar los vehículos interdimensionales.
- ¿Por que ahora Heines? ¿por que han vuelto justo ahora?, no entiendo después de tantos siglos por que se han decidido a volver y por que intentan acabar con nosotros, y nuestra creación. Ahora el mundo esta en paz, después de siglos y siglos de muerte y millones de muertos. Él no consiguió con una guerra lo que
logramos nosotros con la política, el mundo es perfecto ahora. No entiendo su intromisión en nuestros asuntos.
- Piensa Karl que seguramente nunca se hayan ido, y que lleven planeando muchos años esto. Los katchina no se mueven por sentimientos, sino por una mal entendida protección hacia nuestra raza. No pueden entender que seamos nosotros los que debemos elegir nuestro destino. Que a ellos les abandonamos y les olvidamos hace muchos milenios. De ellos solo me interesa su tecnología, nada más; si tengo que acabar con ellos para conseguirlo lo haré.¿Qué sabemos de la locutora?.
- Continua moviendo su hilos, se entrevisto con el jefe de la Abogacía de la Confederación Planetaria, pero este le realizo unas proposiciones que ella no acepto y acabo en el Hospital.
- ¿En el Hospital?, Heiner miraba para Karl, mientras a este le aparecía una sonrisa en la cara.
- Tiene abierta la cabeza, y recibió una buena patada en los testículos, por las proposiciones que lanzo.
- Una mujer con carácter por lo que parece. Le esta bien merecido, nunca me gusto ese sujeto aunque no se puede negar que es un buen zángano, ¿en que nivel esta?, ¿en el XI?.
- No en el XII, pero conoce bien su lugar. De ahí que ocupe un lugar tan alto en el escalafón, pero sabe que al mínimo error nos dejara de ser útil.
- Bien, que continúen vigilando a la mujer. Pero de momento que no actúen, podría resultar sospechoso que la detuviésemos ahora.
- Así se hará.

2 de noviembre de 2009

New World VII



- Jerry Mourre, debes pensar que soy tonta. Me vigilas por orden del Gobierno, allanas mi casa e intentas decirme que me quieres ayudar y amigo de Lewis.

- No he allanado tu casa, ni la he registrado de eso ya se ocuparon otros, yo solo tengo la misión de vigilar todo lo que hagas, y es cierto que soy amigo de Lewis aunque... 
- ¿Aunque...? Henna, estaba comenzando a pensar que la persona que sentaba en su cama, estaba un poco trastornado. Pero continuaba en guardia, era un hombre fuerte, 1.90 de puro musculo y la luz de la habitación no sabía el porque parecía evitar a sus ojos que siempre permanecían en penumbra.
- Tu marido no me conoce, esa es la verdad. Pero soy su amigo, debes creerme te puedo ayudar a encontrarle. Ademas es tan importante para ti, como para mi.
- Primero dices que si y ahora me dices que no. Pero que eres su amigo. Mira Jerry Mourre, no creo ni que seas policía así que lo mejor sera que te vayas.
- Soy policía, soy el inspector encargado para tu vigilancia, pero también soy al igual que tu marido un katchina.


  Los dos hombres estaban justo en la puerta, en sus ropajes totalmente negros solo se dejaba ver el Cubo Metratron, y justo encima del dibujo situado en el corazón un número el XIII. El hombre al que vigilaban, estaba completamente sedado, le habían atravesado con unos cables por todo el cuerpo. Estés mandaban información al segundo a los ordenadores donde estaban conectados. Le habían afeitado completamente el pelo, y sus ojos estaban cerrados por una crema transparente. Una sombra se acercaba por el fondo del pasillo, los pasos resonaban y los hombres se pusieron firmes. El hombre enjuto, se acerco y sin mediar palabra entro en la habitación, llevaba las mismas ropas y el mismo dibujo que los dos vigilantes, pero la diferencia radicaba en su número I. Cerro la puerta detrás de él, los dos hombres se alejaron.

- Llevaba tiempo buscándote katchina, se que no eres el único. Pero ahora que te tengo, tu amigo esta muerto la profecía no podrá realizarse. No lo pudiste hacer en el pasado, y tampoco lo podrás hacer ahora. Yo soy quien manda ahora, ni él fue capaz de soñar alguna vez todo lo que yo tengo. No me hizo caso para negociar con los estadounidenses, creyó que era inmortal e infalible y mira como acabo.

   Lo escuchaba, a pesar de todas las drogas que le habían metido en el cuerpo, escuchaba aquel hombre. Sabía quien era, aunque le era imposible saber como estaba allí con él. No recordaba nada, solo a Henna, a su mujer en una esquina aterrorizada, viendo como se lo llevaban arrestado, a partir de ahí nada. Solo voces a su alrededor. Y dos palabras, Vitruvio y Petra. Aunque no sabía que tenia que ver una antigua ciudad construida en la piedra y situada en la región de Jordania, con un antiguo arquitecto romano.Y quien era aquel de quien le hablaba el hombre de sus sueños, aquel que salía de la casa de Einsehower en la noche en la que Carlton y él eran asesinados por su sargento, el mismo que le había detenido en su casa.

- Heiner, sabía que estarías aquí. La cicatriz que cruzaba por todo el lado derecho de su cara le daba un aspecto terrorífico, en su pecho la misma imagen que todos los hombres de la instalación, pero con un III.
- Me conoces bien Karl, ¿pasa algo?
- El sistema alerta sobre una petición en la red de información sobre Vitruvio y sobre Metratón.
- ¿Se sabe quién pidió esa información?
- Nada, quien lo realizara tapo todas las entradas y salidas. La información solo fueron imágenes, no creo que exista nada que nos pueda perjudicar Heiner.
- No te fíes, amigo mio. Recuerda lo que le ocurrió a él, por fiarse y por creerse que nada podía salir mal. Investiga, intenta llegar hasta la filtración, no dejemos ningún cabo suelto.

- Haré lo que tu dices Heiner, te dejo que quede a cenar con María.
- Te acompaño, yo subo al despacho, me encuentro cansado.

28 de octubre de 2009

New World VI


No podía creer que aquel viejo dibujo volviera aparecer de nuevo. El viejo manuscrito de Leonardo da Vinci, y un viejo plano de una ciudad justo detrás del manuscrito. No era posible que un viejo dibujo prohibido desde hacia 50 años, que había destruido minutos antes había sido imprimido de nuevo y sin orden dada. El sonido de una llamada la sobresalto.

- Diga. Una sombra de la que apenas si resaltaba el blanco de los ojos, se presento ante ella.
- Señora, destruya todo lo que ha visto y olvide, que alguna vez las ha visto. Es lo mejor para usted, su marido fue demasiado curioso, para él ya es tarde. 
 - Oiga, ¿quién es usted?, ¿que sabe de mi esposo, donde esta?.
- Olvide lo que ha visto, y por su bien destruya todo.

Un pequeño zumbido dio por finalizada la conversación.  Henna observo la forma del pano, y recordó una conversación que había tenido con Lewis hacia unas semanas, después de verlo enfrascado en la lectura de unos documentos durante varias horas.


- ¿Que lees Lewis?.
- Algo de metafísica.
- ¿Metafísica?, ¿que tienes que ver tu con la metafísica?
- No es nada oficial, es a titulo privado. Una apuesta con Carlton. Si una tontería de que un símbolo es la representación de una idea. Locuras de Carlton, y pensamientos simbólicos.
- Te dolerá la cabeza después Lewis, te espero en la cama amor mio.

Henna estaba cada vez más segura de que Lewis había visto u oído algo peligroso, y que por eso le habían detenido. Lo único que no encajaba en aquel puzzle era el cadáver de Carlton. Si Lewis le estaba ayudando, no era lógico que lo hubiese asesinado.
- Símbolos e ideas, ¿a que te referías Lewis?. ¿En que lío te has metido?
 Cansada decidió darse una ducha , antes  de acostarse. Subió las escaleras que llevaba al piso superior, las piezas de su ropa iban quedando desperdigadas por toda el recinto; se acerco al baño encendiéndose las luces.

- Ducha relajante, caliente y fría.

Se metió en la ducha, y en cuanto puso el pie el agua comenzó a salir a 24º, el agua caía sobre su melena negra, que le caía sobre la espalda. Era lo mejor del día, el agua reparadora le ayudaba a pensar sobre la semiótica, debería estudiar el significado de los signos, de los símbolos, sus estructuras. A los cinco minutos el agua cambio situándose en 19º, la notaba fresca sabía que esos cambios tan bruscos relajarían toda su musculatura, movió sus piernas y brazos para estimular la circulación y endurecer los tejidos. Estaba agotada de ir de un lado hacía otro, en busca de repuestas a todo aquel galimatias que significaba su vida de repente. Salio de la ducha, cogiendo la toalla que estaba a su izquierda, su pelo lo recogió en otra toalla más pequeña, mientras se iba secando lentamente su cuerpo, le gustaba notar las gotas de agua durante unos minutos en su piel.

- Realmente es usted muy bella, Lewis tiene suerte de tenerla. Otros no tenemos a nadie y sentimos envidia.

Henna se detuvo atemorizada, por la presencia de un hombre sentado encima de su cama, la toalla se deslizó entre sus manos, dejando al descubierto todo su cuerpo al desconocido que invadía la intimidad de su habitación. La persona que misteriosamente la había estado vigilando se levanto, y recogiendo la toalla del suelo y tendiéndosela a una temblorosa Henna. Esta se encontraba apoyada contra la pared del cuarto y reticente tendió la mano para asir la toalla que le ofrecían para ocultar su cuerpo de la mirada del desconocido.

- ¿Quién eres? ¿como has burlado el sistema de seguridad?
- Vengo para ayudarte, Lewis es amigo mio y estoy preocupado por su situación.
- ¿Sabes donde esta? Henna, se acercaba al armario reclinando la espalda sobre la pared, introdujo la mano en el interior, sacando una sudadera y el pantalón de un chándal, poniéndolos por debajo de la toalla, e intentando no despegar la vista del hombre situado a cinco metros de ella.

- No se donde esta, pero lo podemos buscar juntos, si quieres y aceptas mi ayuda claro.
- Tu presentación no es como para fiarme de ti, aún estoy tentada de llamar a la policía.
- Si realmente tuvieras miedo de mi, ya los hubieras llamado Henna. Además tu sabes que estas siempre vigilada, hay una patrulla pendiente de ti las veinticuatro horas del día.
- ¿Y tu como lo sabes?
- Soy el encargado de tu vigilancia, me llamo Jerry Mourre.

24 de octubre de 2009

New World V


  Allí estaba ella, con la cabeza apoyada sobre sus rodillas. Apenas si notaba el frío del suelo de la cocina, apenas si era capaz de entender lo que había ocurrido en su vida en las últimas seis horas de su vida. No reconocía apenas nada de lo que anteriormente fuera una vida plena tanto a nivel profesional como de convivencia con su marido. Sus misteriosas desapariciones, el despertar a su lado, verlo con un antiguo uniforme de soldado y armado. La aparición del cadáver de su mejor amigo  en el armario de su dormitorio vestido con la misma ropa que Lewis, para a continuación hacer su aparición la policía apuntando directamente al hombre con el que llevaba casada diez años. No entendía nada, y su cabeza intentaba analizar la situación pero los nervios la impedían centrarse en la situación.

- Céntrate Henna, debes pensar en la situación. Conoces a Lewis, no pudo ser él quien mato a Carlton era su mejor amigo, por favor.

Lentamente se levanto, y se acerco al estante de donde saco un  taza que deposito en una especie de microondas,

- Té... blanco.

Sentándose en el el taburete que tenia a su lado, saco la taza con el té blanco se lo acerco a los labios y disfruto del aroma suave e intenso, y comenzó a organizar su cabeza y a clasificar toda las situaciones en las que se había visto envuelta a raíz de las misteriosas desapariciones de su marido. Carlton, le llamara el día anterior comunicando una investigación oficial por parte del Gobierno por las reiteradas desapariciones de Lewis y ahora aparecían esos extraños símbolos en el correo de su marido. La información sobre el extraño símbolo estaba esparcida por toda la habitación la impresora había funcionado durante varias horas, había significados de todas las clases desde religiosos, pasando por esotéricos, hasta matemáticos, astrológicos, geométrico, psicológicos y fisiológicos, un autentico galimatías para ella, en lo que solamente había reconocido un antiguo dibujo del siglo XV, un dibujo prohibido por el Gobierno Mundial, que hasta se había erradicado de Internet. El tenerlo en la casa, ya significaba un grave delito. Recogió la lamina de caseína donde se grabara la imagen, reciclándola.

Justo donde estaba situada anteriormente el dibujo prohibido apareció otro extraño dibujo que antes no había visto dos tetraedros de luz, entrelazados entre ellos por un mismo centro, uno de ellos apuntaba hacía arriba y el otro hacía abajo, girando en sentido contrario el uno del otro. Acerco la lamina a la pantalla .

- Identificar dibujo.
- Vehículo interdimensional.
- Venga ya... identificar dibujo.
- Vehículo interdimensional identificado.
- Sacar copia de dibujo Metatrón.

Al momento cogió la dos laminas, viendo que el dibujo del presunto vehículo coincidía con la imagen que sacara del correo de su marido. Su cerebro de periodista, comenzó a estimar cabalas y teorías, ninguna de las cuales le daba sentido a todo lo que ocurriera con Lewis; cada teoría era más descabellada y ridícula para Henna. El anuncio de un nuevo correo llegado a la bandeja de entrada, le obligo a dejar aparcados los pensamientos.

- Abrir correo, justo en ese momento la imagen prohibida que había destruido apenas unos minutos antes volvió aparecer ante ella, sin orden alguna se imprimió inmediatamente. Henna se asusto, aquello no era normal, pero nada de lo que le estaba sucediendo lo era. En ese momento el ordenador siguio como si tuviese vida propia, dándole nombre a la imagen prohibida, por el Gobierno.

- Vitruvio.

21 de octubre de 2009

New World IV


" Con la detención de Lewis Ram, consejero y experto de seguridad dentro del Gobierno Mundial por parte de la SP, se pone fin a meses de investigación por parte de los cuerpos de seguridad a un grupo armado de terroristas que pretendían acabar con la paz en nuestro planeta. Lewis Ram, era uno de los cabecillas de esta peligrosa organización y con el cae toda la cúpula de grupo, así como varios centenares de personas más a lo largo del mundo cómplices en las acciones subversivas..." 


  Henna se encontraba en Luiggi's el restaurante de moda en Madrid, comida al estilo tradicional del siglo XX. El hombre que se sentaba al otro lado de la mesa, pasado de kilos y con un evidente problema de alopecia. Le desgradaba quedar con un personaje como él, pero era una de sus ultimas oportunidades para saber donde se encontraba su marido. Hacía ya una semana de su detención y no tenia noticias de la policía, ni de que se acusaba a su marido. Todo lo que sabia era por las noticias que daban en la televisión mundial. La habían despedido de su trabajo, merced a una orden de la SP. Todas las puertas que antes se le abrían, ahora se le cerraban o simplemente callaban antes la preguntas de la periodista.

   - No, no lo puedo entender Fredo. Tu eres el Jefe de los Abogados de la Confederación, no me puedo creer que tu no sepas donde esta mi marido, ni lo creo, ni lo entiendo de verdad.

- Mira Henna, te voy a explicar una cosa y que quede entre tu y yo. Cuando alguien, tu marido en este caso es detenido por la Seguridad Política, nosotros no sabemos nada. Estos detenidos no tienen ningún derecho constitucional, ya que se entiende que han cometido graves crímenes contra el planeta, y por lo tanto han traicionado a la raza humana. Lo siento, pero es la verdad, no se donde esta tu marido. Ojala lo supiera para poder ayudaros.

- No te creo, pero veo que este es un callejón sin salida para mi. Te creía mi amigo Fredo, pero veo que los trepas no tenéis amigos

- Vamos Henna, no seas tan cruel conmigo ademas, nadie mejor que tu para saber lo que se cuece en las altas esferas. Tu has picado muy alto para ser quién eres, así que no me vengas ahora con la doble moral de la esposa afligida y triste por el arresto de su marido.

- Que cerdo eres, todos pensáis que tener un buen par de tetas y un culo, ya supone que mi puesto me lo gane a base de tirarme a todo superior. Eres un hijo de puta Fredo, lo único que lamento es no ser hombre para partirte la boca, como te mereces.

- Venga Henna, si tu quisieras... ahora que tu marido no es...

  Henna impulso la silla para atrás, y cogiendo la botella de vino con su mano derecha la estrello contra la cabeza del hombre que tenia al otro lado de la mesa, el impacto imprevisto consiguió tirar de la silla al desprevenido abogado que la acompañaba. Los comensales de las otras mesas, asistían atónitos a la escena. El jefe de la Abogacía de la Confederación Planetaria en el suelo, sangrando por la cabeza causa del botellazo de la presentadora del programa informativo con más audiencia del mundo. Aún no recuperado del golpe Fredo, no supo lo que se venia encima hasta que fue tarde. Henna se hallaba justo de pie delante de él, viendo como la sangre brotaba por la izquierda de su cabeza, sus manos no eran suficiente tapón para evitar que fluyera, a pesar del dolor Fredo no podía dejar de admirar aquella mujer, y viéndola desde el suelo miraba a sus piernas, desde el suelo intentando imaginarse lo que llevaría más arriba de las pantorrillas, la sonrisa lujuriosa de su cara, dio paso a una terrible patada en los testículos por parte de Henna que lo trajo del mundo de los sueños eróticos al mundo del dolor indescriptible. Los aullidos de dolor se escucharon en toda la sala y en la calle. El movimiento intuitivo de los demás hombres de encogerse hacia atrás, apretando las piernas hizo sonreír a las mujeres que estaban en el restaurante.

  Henna giro sobre sus talones recogiendo su bolso de la mesa, iniciando el camino hacia la calle. Escuchaba gemir a Fredo, y se sentía satisfecha. Solo le preocupaba que su marido llevaba ya siete días detenido, y no sabía nada de él. La policía le comunicara que la Seguridad Política les había pedido el apoyo de tres patrullas para la detención de un peligroso asesino. Que ellos no tenían jurisdicción sobre los detenidos por crímenes contra la humanidad, y menos si la SP estaba de por medio en las detenciones. En el momento que abría la puerta, sonó su videomóvil, una imagen de alguien en la oscuridad apareció en cuanto contesto.

- ¿Diga?
- Esta haciendo preguntas demasiados incomodas y le traerá problemas. Le recomiendo que olvide a su marido e intente iniciar una nueva vida. Usted es hermosa, joven,  no tire su vida por la borda. Lewis no merece tanto la pena.

- ¿Quién es usted?   ¿Oiga...? La imagen desapareció dejándola con más miedo sobre el paradero de su marido. Recordaba las palabras de la presentadora del noticiario mundial. habían desaparecido más personas, que asociaban a su marido. No dejaría que esto se olvidase. Eran muchas las preguntas y ninguna las respuestas. Monto en el aerotaxi, y camino de su casa, tecleo en la pantalla del ordenador las claves para entrar en el correo personal de Lewis. Este se las había dado por seguridad, en el mundo en el que se movía su marido eran pocas las personas de confianza. La norma principal era pisotear al de enfrente para llegar a los más alto. Y el puesto de su marido era de los más codiciados. La lista de contactos era sorprendentemente corta, estaba ella, Carlton y un nombre desconocido para ella Metatrón.

- Señora, hemos llegado al destino.


-Bien gracias. Cerrando la pantalla, puso su dedo en la pantalla de pago y se bajo del vehículo. La puerta se abrió en cuanto paso los postes de seguridad, dejo el bolso en la entrada. Pidió un te blanco,y se sentó en la sala, desplegando la pantalla táctil delante de ella. Entro de nuevo en el correo de Lewis, abriendo uno de los correos de Metatrons, apareciendo ante ella trece círculos unidos en su centro por varias lineas, algunas de ellas formaban una estrella de seis puntas. Un circulo rodeado por otros seis y seis más en la parte exterior. No lo había visionado nunca y le extrañaba que Lewis tuviera algo que ver con el.

- Metatrons....

9 de octubre de 2009

New World III


- ¡Pero que coño! ¿Estas tonto soldado? Tendrías que estar ya de guardia anormal; que cojones... Te voy a dar una patada en las pelotas para que espabiles.


- Esto no esta bien, Lewis miraba hacía todos lados sin entender nada, pero alli estaba él con el uniforme de los Rangers estadounidenses durante la II Guerra Mundial, esto no esta bien sargento.

- Deja de decir gilipolleces Lewis, recoge el chubasquero y el fusil, el sargento te va a dar una patada en el culo y te hará pasar una buena temporada en el calabozo, si te pones cabezón. Carlton lo empujaba hacía la puerta, cogió su fusil y le dio el chubasquero para a continuar salir camino a la noche y a la tromba de agua que llevaba horas cayendo sobre Londres.

- Carlton ¿que hacemos aquí?, ¿donde esta Henna? ¿donde esta mi mujer?


El alto pelirrojo miraba a su amigo con los ojos totalmente abiertos, sin entender nada.

- ¿Tu mujer?, ¿Henna?, pero si tu no estas casado cabeza de alcornoque. ¿Pero quien va a enamorarse de un tipo tan feo como tu?.

Lewis frenándose de repente, cogió por el pecho a su amigo, mira no estoy loco y esta noche vamos a morir, nos matara el sargento después de que veamos salir a un extraño hombre y a los generales de la casa de Ike.

- Lewis pero ¿que demonios te pasa?, deja de decir idioteces y vamos hacer la ronda antes de que nos metan a los dos en el calabozo, toma coje tu fusil.

Los dos amigos comenzaron con la ronda de vigilancia en la casa del Comandante Supremo de las Fuerzas Aliadas en Europa, una reunión del Alto Mando les habían dicho para que se reforzase toda la seguridad. Transcurridas dos horas, se pararon en el porche de la entrada completamente empapados.

- Carlton, ¿tienes un cigarro?, ya no se si tengo huesos o peces, vaya noche... No, esto no esta bien. Esto fue lo que ocurrió en el...

- Veo que los soldados Ram y Carlton no tienen ganas de seguir con la patrulla de vigilancia. ¿No?

- Sargento esto no es justo, respondía Lewis, esto no puede pasar...

La puerta se abrió dejando salir al Alto Mando, y al hombre pequeño y enjuto que Ram recordaba de sus sueños, en ese momento se giro golpeando con con su brazo directamente en el brazo de su...

- ¡Lewis!

- ¿Henna? ¿Eres tu?,

- Luces, con la voz de su esposa se encendieron las luces del dormitorio ¿quién iba a ser sino?, soy tu mujer recuerdas, ¿me estas engañando c.... ¿Lewis que haces vestido con esa vieja ropa de soldado y ese fusil encima de la cama?.

A los pies de la cama se encontraba el fusil M1 Garand que Lewis llevaba durante las guardias en el sueño, aunque ahora ya no parecía tanto sueño, y el hombre comenzaba a ponerse nervioso al no encontrar ninguna explicación lógica a todo lo que le ocurría. Se levanto de la cama descubriendo que llevaba las botas puestas, y totalmente llenas de barro. Agarrando el fusil, para no asustar más su aterrorizada mujer abrió el armario empotrado, justo en ese mismo momento una sombra se abalanzo sobre él, tirándolo al suelo. Henna comenzo a gritar corriendo fuera de la habitación marital. Lewis, se hecho hacia su derecha impulsando la sombra hacia la izquierda, apartándose tan rápido como pudo de aquel bulto que le cayera encima.

   El acto reflejo fue el de coger el fusil, amartillarlo y apuntar hacía el frente. Fue entonces cuando vio como la cara de su amigo Carlton le miraba, sus ojos ausentes de vida se le clavaron en su retina, llevando un deseo de cerrar los párpados para no ver el cadáver. Su amigo también estaba vestido con las mismas ropas militares que él llevaba, las botas llenas de barro le indicaban que de donde viniera había estado juntos. ¿Pero como era posible que un sueño de una personas afectase a otra de su entorno?
 Las luces y el sonido de la policía llegando a su domicilio, le saco de su letargo, dejo el arma en el suelo y salio escaleras abajo para ver si su mujer estaba bien; en ese instante un oficial de la policía entraba en su domicilio apuntándole con su arma. Detrás de él un hombre con una cicatriz que le cruzaba la cara y con un rostro familiar para Lewis.

- ¿Sargento?

8 de octubre de 2009

New World II

2054, EN LA ACTUALIDAD

Cariño, ¿que te pasa?, el brazo de su mujer le sujetaba por el pecho, él notaba como sus senos se apretaban contra su espalda. El sudor recorría todo su cuerpo. Había despertado sobresaltado por la pesadilla que acaba de padecer, y ella siempre aparecía en sus sueños.
- ¿Qué pasa, Lewis?, de rodillas por la cama se puso delante de su marido, observo la cara de terror que tenía su marido.
- Ha... había muerto, est... aba de guardia con Carlton y nos dispar... a los dos.
- Amor mio, ¿pero que dices?, ¿muerto?, ¿con Carlton?, era una pesadilla cielo, no hagas caso e intenta volver a dormir.

 Se cumplían tres meses desde el comienzo de las pesadillas, todas las noches se despertaba con el corazón acelerado y soñando sobre su muerte, a la misma hora a las 03:33, la hora en la que le asesinaban. Todos los martes y jueves acudía a un psiquiatra que durante una hora y mediante hipnosis regresiva, intentaba saber si sus sueños se podían deber a una vida anterior, y que fuesen recuerdos dormidos durante décadas. Su mujer desconocía la existencia de otra mujer en los sueños, solo había contado que en cada uno de ellos, Carlton y él eran asesinados por su sargento, después de estar de guardia en la casa del general Eisenhower en 1945, 109 años en el pasado, durante la II Guerra Mundial.

Lo que realmente preocupaba a Lewis no era su muerte, era la extraña mujer que le decía que no era su hora, que volviera con ella y el extraño hombre que viera salir escoltado de la casa del general. Repasaba una y otra vez los archivos de la Biblioteca Mundial a través de la multipantalla en su despacho pero nada. Se conocía de memoria toda la historia del general Eisenhower, su llegada a la Presidencia de los EE.UU., que Nixon fue su vicepresidente, su muerte en 1969. Pero no sabia que tenia que ver él con un Presidente muerto hacía ya mucho.

Cuando se levanto su mujer ya le había preparado el desayuno, ella le recibió con una sonrisa y acercándose le dio un cálido beso en los labios. Se lo devolvió, agarrándola de la cintura y atraiéndola hacía él; realmente se querían. Ella una presentadora de televisión de prestigio y él experto del Gobierno Mundial en seguridad, un matrimonio de éxito que lo tenían todo excepto la explicación a los extraños sueños de él.

- Buenos días cabeza hueca. El videotelefono se conecto mostrando en la pantalla a un hombre de unos cuarenta años, su pelo color zanahoria y su amplia sonrisa eran una visión gratificante del comienzo de la jornada.

- Dejad de besaros tortolitos, que no sois unos recién casados, además dais envidia a un pobre solterón.
- Buenos días Carlton, ¿ya estas en la oficina?, acariciando la cara de su mujer se giro para ver a su amigo.
- Cielo me voy a vestir, te quiero. No seas travieso "zanahoria", y cuida de mi marido.
- Claro Henna, te recuerdo que fue gracias a mi que os conocisteis.
- Sabes que fue gracias a la bofetada que te di guapetón. Un beso.
- Nunca dejara de recordádmelo, ¿verdad Lewis?
- Y tu el día que no te lo recuerde te morirás amigo. ¿Ocurrió algo, no es habitual que me llames ya desde la oficina?
- Anoche tuvimos un aviso de que las cosas se están complicando en la zona americana. Dos muertos en la oficina de Los Ángeles. Han robado documentos sobre la doctrina Eisenhower.

La taza de café que tenía en la mano se estrello contra el suelo al escuchar el nombre del ex presidente. Los pequeños robots de limpieza, salieron enseguida para limpiar todo lo manchado.

- Lewis, ¿te pasa algo?
- ¿Que...? ¡Ah! No nada, fue solo... que me acorde de una cosa. Te veo en la oficina en 45 minutos.
- Ok, aquí estaré. Pediré más información de lo ocurrido, lo tendré para cuando llegues.
- De acuerdo Carlton. La pantalla de videotelefono, se apago con un ligero zumbido.
- Amor me voy ya, ¿quedamos para almorzar?
- Si cielo, ira Nidia conmigo, luego tenemos ambas una reunión con el encargado de viajes de la Nasa.
- Bien, a las doce en Fío's, entonces.

Vio a su mujer bajar del piso superior, el traje de falda y chaqueta azul magenta dejaba adivinar sus curvas por debajo, elegante y guapa. Recordaba cuando la vio por primera vez, en aquella fiesta que el Departamento de Seguridad Mundial, había celebrado para festejar el 75 aniversario de la unión de todos los gobiernos mundiales en uno solo. Con aquel vestido de gasa color marfil que le dejaba al descubierto toda su espalda marcando sus caderas lo había enamorado a primera vista, recordaba Carlton con varias copas de más se le había acercado y su tropezón tirando a su acompañante de entonces, le había llevado al sonoro premio de una buena bofetada.

- No me dices nada, caballero andante.
- Te quiero preciosa, te veo a las doce. Un nuevo beso de la pareja y Lewis salio para coger el SupraTren, que le llevaría desde León a Madrid en apenas 40 minutos. La parada se encontraba a dos minutos de su casa., como siempre el SupraTren llego puntual; se subió en la cabina que decía Madrid busco un butaca libre. Encontró una vacía, hoy tendría de compañera a una muchacha de unos 16 años le llamo la atención su pelo completamente blanco, sería la nueva moda pensó. El asiento se acomodo completamente a su espalda automáticamente. Se recostó, y comenzó a bajar una pantalla que le permitiría ver el canal que desease. La mano de la muchacha rozo con la suya...

- ¿Te acuerdas?, no era tu momento, debes venir conmigo. La voz de ella resonaba dentro de su mente, ella estaba allí con él. Giro la cabeza para ver a la joven, pero a su lado no había nadie. Se levanto rápidamente y descubrió que estaba totalmente solo, en la cabina no había nadie más que él.

- ¿Pero que cojones esta pasando aquí?, pulso en la pantalla la opción de videollamada, marcando el número de la oficina.
- Joder, ¿Lewis donde demonios estas?, la cara de Carlton ocupaba toda la pantalla.
- ¿Como que donde estoy? en el SupraTren, salí hace 5 minutos de León, tengo un problema Carlton, aquí pasa algo raro.
- Y tanto amigo, llevamos tres días sin saber de ti; Henna esta preocupadisima por ti.
- ¿Tres días? Estas loco, a Henna la deje hace menos de diez minutos en casa. ¿Que demonios me estas diciendo de tres días?.

La cabina se detuvo justo en ese momento, la puerta se abrió anunciando la llegada a su destino.

- Te veo en cinco minutos Carlton.
- Bien, averiguaremos que esta ocurriendo.

Lewis cogió su maletín, y se dispuso a salir de la cabina, justo en el momento de pisar el anden, vio de frente a él la cicatriz del sargento delante, miro a su alrededor y estaba de nuevo en frente a la casa del general Eisenhower, Carlton estaba justo detrás del sargento y la noche era lluviosa, una noche de perros.

- Ram, ¿que coño esta haciendo soldado?
- ¿Qué?

6 de octubre de 2009

New World


   No había parado de llover en todo el día, y ahora con aquella noche de perros allí estaba, justo delante de la casa del general Eisenhower. 
- ¿Por que coño habrán reforzado la guardia esta maldita noche?. No lo entendía, pero un simple soldado no estaba en posición de hacer preguntas, solo estaba para obedecer las ordenes dadas por sus superiores.

- Carlton, ¿tienes un cigarro?, ya no se si tengo huesos o peces, vaya noche. Se sacudía el agua del chubasquero caqui, pero la lluvia era tanta que se colaba por cualquier pliegue o pequeña raja del  poncho. Carlton era un irlandés de metro noventa y fuerte como un toro, la barba de tres día dejaba ver el color fuego de su pelo. La zanahoria, como le llamaban en la compañía metió, la mano bajo el poncho y le dio un Lucky Strike, a Lewis. Para ocultar su nombre español, Lewis había decidido cambiar su nombre por otro más anglosajón, el día que se alisto para combatir en la II Guerra Mundial, y de Luis Ramirez, había nacido Lewis Ram.

Un hombre de apenas 1.72 y con una cicatriz que le cruzaba todo la parte derecha de la cara, desde el ojo hasta el hombro se presento, casi por sorpresa delante de los hombres.

- Veo que los soldados Ram y Carlton no tienen ganas de seguir con la patrulla de vigilancia. ¿No esta la noche lo bastante despejada para los dos tortolitos?
- Sargento, eso no es justo, Lewis tiro el cigarrillo al que apenas le había dado dos caladas, solo estábamos fumando un cigarro antes de seguir con la ronda.
- Mira idiota descerebrado, la cara del sargento estaba a escaso centímetros de la nariz de Lewis, a pesar de que el soldado medía del 1.83, pero nadie sabia como, el sargento parecía crecer cuando montaba en cólera, - ni cigarro ni hostias, tendrías que estar en vuestra ronda, no fumando un cigarrillo debajo de la entrada del General...

La puerta se abría en esos momentos, los tres se cuadraron, saludando a los oficiales que comenzaron a salir. Jamas en su vida Lewis Ram había visto tanta estrella militar junta; cuatro policías militares salieron escoltando a un hombre, este era pequeño y enjuto, vestido con un largo abrigo negro, llevaba en la mano un sombrero de ala ancha, Ram cruzo su mirada con la suya, y un brillo de maldad salio del hombre al cual protegían, se paro justo delante de la puerta, saliendo Ike a despedirle.

- Esta noche le subirán a un avión para llevarle a Washington, allí le esperan y podrá incorporarse en cuanto lo considere. El Presidente esta al corriente de la operación New World, y esta de acuerdo con sus términos, sus amigos le están esperando. Un apretón de manos, fue el único gesto que realizo aquel maléfico hombre.

Eisenhower, miro como el hombre subía al coche y con él la escolta. Sin girar la cabeza, surgieron cuatro palabras de su boca.

- Es la hora, sargento.
- Si señor, comprendido. La puerta se cerro dejando solos a los tres hombres, entre la lluvia a Lewis le pareció ver unos destellos en la oscuridad de la noche.
- Vengan conmigo soldados.
- Si sargento, al unisono los dos hombres giraron sobre sus talones para seguir a su sargento. No llevaban recorridos más de treinta metros, cuando este se giro y los encañono sacando una pistola con silenciador de uno de los bolsillos de su gabardina. Sonaron seis disparos, tres para cada uno de los soldados. Carlton cayó fulminado por la primera bala que le entro directa al corazón, la muerte fue instantánea. Lewis, recibió los tres impactos en el pecho, dos en el pulmón derecho y uno en el páncreas. Cayó de bruces, mirando para el cielo, vio como las gotas caían sobre su rostro, uniéndose a las lágrimas que comenzaban a salir de sus ojos. En su cabeza solo tenia una única pregunta ¿por qué?. La cara del sargento le tapo la visión de las nubes, y el negro del cañón del silenciador fue lo último que vio antes de la oscuridad.


 Era bella, la mujer más bella que viera jamas y le ofrecía su mano, tenía que cogerla o nunca saldría de la oscuridad, estiraba el brazo pero no llegaba.

- Tienes que quererlo así llegaras, su voz resonaba en su mente, pero sus labios no se movían. Lo quieres y tu lo sabes, no es tu hora, aún no. Agarra mi mano y ven conmigo.




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